- una piedra luego de ser echada al mar
- una palabra luego de ser dicha
- una oportunidad perdida
- EL TIEMPO desaprovechado
Muchas veces no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos. No valoramos al que esta a nuestro lado, porque siempre estuvo ahí, y lo sigue estando. No reconocemos los gestos de otros porque nos creemos merecedores de ellos o porque nos acostumbramos a recibirlos con tanta habitualidad que ya ni los registramos. No le decimos a los que amamos que los amamos porque presuponemos que ya lo saben, no nos sinceramos con nuestros afectos por temor a perderlos, por no ofenderlos, porque ya se dará la oportunidad de hablar al respecto.
El TIEMPO pasa, y lo dejamos pasar, y pensamos que hoy es temprano, pero quizá mañana sea tarde. Los afanes de este mundo, y las vicisitudes del cotidiano vivir nos hacen esclavos del tiempo. Sin embargo, somos hijos de Dios y participantes de su naturaleza, un Dios que tiene como marco la Eternidad. Como dice el libro de Eclesiastes "todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora". Tenemos que aprender a esperar "los tiempos de Dios", pero también aprender a aprovechar el tiempo que Dios nos da tomándonos el tiempo para decir, para reflexionar, para reconocer, para amar, para abrazar, para conversar, para admirar y para vivir y disfrutar las cosas hermosas que el Señor nos ha dado en esta vida.
TOMARNOS EL TIEMPO, CONSTRUIR ESPACIOS PARA EXPRESAR LO QUE SENTIMOS ES PARTE DE LA FELICIDAD QUE TANTO BUSCAMOS, APRENDAMOS A SER FELICES VALORANDO LAS PEQUEÑAS COSAS DE CADA DÍA Y SEAMOS AGRADECIDOS. EL AGRADECIMIENTO GRATIFICA EL ESPÍRITU Y ENNOBLECE LOS SENTIMIENTOS. Y TODO ESTO ENRIQUECE LA CONSTRUCCIÓN Y FORTALECIMIENTO DE VÍNCULOS SANOS.
JESUCRISTO TE BENDIGA .
No hay comentarios:
Publicar un comentario